La Volta a Catalunya recuerda la figura de Muç Miquel en Perpinyà

23 marzo 2022 - 12:01

 (Perpinyà, 23-03-2022).- Aprovechando la salida de la 3ª etapa de la carrera desde Perpinyà, la Volta Ciclista a Catalunya ha realizado esta mañana un homenaje en recuerdo de la figura de Muç Miquel, ganador de la Volta en 1924 y 1925 y recordado como mártir de la resistencia francesa en la Segunda Guerra Mundial.

Han participado del acto Rubèn Peris, presidente de la Volta Ciclista en Catalunya, junto con el teniente de alcalde del Ayuntamiento de Perpinyà Sébastien Menard, el consejero municipal de movilidad del Ayuntamiento de Perpinyà David Tranchecoste, el director de la Casa de la Generalitat en Perpinyà Alfons Quera, el organizador Claude Soubielle, y Stéphane Roger en representación de la Federación Francesa de Ciclismo.

A las 10h, antes de la salida de la etapa, se ha celebrado un homenaje en el Cementerio del Oeste de Perpinyà, donde Muç Miquel está enterrado, donde se ha entregado una corona de flores a su tumba. Posteriormente, se ha visitado la rue Mucio Miquel, calle que lleva el nombre del ciclista en Perpinyà.

Muç Miquel, nacido el 3 de diciembre de 1902 en Barcelona, en el barrio de Les Corts, acaba trasladándose a Perpinyà, donde vive y empieza su relación con el ciclismo que le llevaría a conseguir grandes resultados. De hecho, Miquel consigue ser el primer ciclista en ganar en dos ocasiones la Volta a Catalunya (1924 y 1925, la 6ª y 7ª edición, respectivamente), con tan solo 22 años. El año 1927 se convierte en campeón de España en ruta.

Como miembro del PSUC y del Partido Comunista, Miquel acaba participando activamente del grupo Franco-tireurs et Partisans Français de la resistencia francesa. Acaba siendo detenido por la Gestapo y siente deportado en el campo de concentración de Neuengamme (Alemania) el 22 de mayo de 1944. Finalmente, Muç Miquel muere el mayo de 1945 en el hospital de Lübhteen, en Alemania. El campo de concentración de Neuengamme fue liberado en abril, pero Miquel murió envenenado en el hospital junto con unos veinte presos, que acaban siendo enterrados al Cementerio del Oeste recordados como mártires de la resistencia francesa.  

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